Para el debate he escogido un recorrido con el que tuve una relación de cotidianidad durante los dos años que estuve yendo a trabajar allí. Me ha resultado interesante, ya que, recuerdo que las primeras veces me costó encontrar la entrada, dado a que era una entrada de personal y estaba algo escondida.
El recorrido es desde la salida del tren en la Plaza Cataluña de Barcelona hasta la entrada de personal de mi antiguo puesto de trabajo.
Si es la primera vez que vas, es posible que no sepas que hay 3 salidas distintas del tren, en el vestíbulo aparece en que calle saldrás, pero si nos las conoces es complicado saber donde estás exactamente una vez has salido. He hecho 3 recorridos, uno para cada salida, y he indicado con una guía de referencias visuales que principalmente son marcas conocidas (ya que se trata de una zona comercial de tiendas). He añadido una leyenda para indicar que significa cada forma y color que añado al mapa.
Realizando este ejercicio me he dado cuenta de que, normalmente, nos orientamos mediante referencias de lugares, colores o marcas que llamen la atención. En mi caso he intentado orientar al usuario mediante los nombres de diferentes tiendas, ya que se trata de una zona comercial repleta de tiendas. También me he dado cuenta de que, normalmente, al salir de un lugar como: el metro, el tren, un centro comercial con distintas salidas, nos suele costar situar donde nos encontramos.
Buenos días Belén,
Después de leer tu ejercicio me siento totalmente identificado. Vivo en una ciudad cercana a Barcelona, por lo que aunque no utilizo el metro normalmente, lo suelo hacer cada vez que bajo a Barcelona para moverme por la ciudad. El problema es que al no conocer bien las estaciones y las calles en las que desembocan, de poco me sirven los carteles informativos de las diferentes salidas, por lo que siempre acabo echando mano a mi móvil para consultar Google Maps y así saber rápido que salida es la que más me conviene.
En cuanto al recorrido una vez fuera de la estación, creo que optar por utilizar las tiendas como referencias es lo más adecuado, y es que cada una de las tiendas de esa zona tiene elementos representativos que llaman la atención y son fácilmente identificables (El Corte Ingles con su gran cartel verde y su monumental edificio, Primark con su representativo color azul claro, Apple con su conocido logo de la manzana…), por lo que el usuario podrá verlos nada más salir de la estación y empezar su recorrido rápidamente.
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Buenas tardes Belén,
yo también soy de esas personas que se saben orientar más por las tiendas que por las calles. Al final los elementos representativos de cada marca permiten diferenciarlos y poder situarlos en los locales, creando un mapa mental, en donde es cierto que no tenemos ni idea del nombre de la calle pero si donde esta esa tienda. Quizás sea porque las tiendas nos interesan más que los nombres de las calles.
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¡Buenas tardes Belén!
Me ha parecido muy interesante tu análisis sobre las referencias. Tal y como has indicado, tendemos a fijarnos en los elementos que destacan entre el resto que nos rodean. Los colores, por ejemplo, suelen ser un indicador bastante acertado a la hora de ubicarnos. Especialmente cuando estamos en la calle, ya que estamos habituados a una cierta monocromía, y en el momento en el que nos encontramos con un color más llamativo de lo habitual, este nos puede servir como una eficiente señalización.
Asimismo, me ha llamado la atención el contraste entre las referencias disponibles en un espacio abierto, como es el itinerario que tu has descrito, haciendo uso de elementos como tiendas o nombres de calle, y un espacio cerrado, como el supermercado que yo he analizado, para el cual me he apoyado principalmente en los elementos característicos de un establecimiento de este tipo.
¡Es curioso como dependiendo del lugar en el que nos encontremos hacemos uso de unas indicaciones u otras!
¡Un saludo!
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